San Juan Bosco, conocido como Don Bosco, nació en 1815 en Becchi, una pequeña ciudad italiana. A los dos años de edad, su padre falleció, dejando sola a su madre, Mamá Margarita, para criar a Don Bosco y sus dos hermanos mayores. La madre de Don Bosco era una mujer fuerte e influyente en su vida, y fue ella quien lo inspiró a convertirse en sacerdote y trabajar con jóvenes.
Don Bosco fundó la Pia Sociedad de San Francisco de Sales, también conocida como los Salesianos, en 1859. También fundó a los Salesianos Cooperadores y, junto con María Mazarrello, a las Hijas de María Auxiliadora. Estos grupos trabajaron juntos para ayudar a los jóvenes en situación de riesgo, proporcionándoles educación, atención médica y formación profesional.
Uno de los aspectos más importantes del trabajo de Don Bosco fue su «Sistema Preventivo», que se centra en la prevención de problemas a través de la educación y la construcción de relaciones positivas con los jóvenes. Este sistema se basaba en tres pilares: la razón, la religión y el amor. Don Bosco creía que al proporcionar a los jóvenes un ambiente seguro y amoroso, así como una educación práctica y relevante, podía ayudarles a convertirse en adultos responsables y felices.
Don Bosco también fue un gran defensor de los derechos de los jóvenes y trabajó incansablemente para mejorar sus vidas. Durante su vida, luchó contra la explotación de los jóvenes y abogó por mejores condiciones de trabajo y educación para ellos.
Además de su labor social, Don Bosco también fue un escritor prolífico, habiendo escrito numerosos libros y artículos. Sus escritos se centraron principalmente en la educación y la formación de jóvenes y en la espiritualidad cristiana.
Don Bosco falleció en 1888, a los 72 años de edad, dejando un legado duradero en la historia de la Iglesia, la educación y la labor social. San Juan Bosco fue declarado santo por el Papa Pío XI y su fiesta se celebra el 31 de enero.
La vida y obra de Don Bosco han inspirado a muchas personas a dedicar sus vidas al servicio de los jóvenes y a trabajar por un mundo más justo y equitativo. Su legado continúa siendo una fuente de inspiración y guía para aquellos que buscan hacer una diferencia en el mundo y ayudar a los demás.
Don Bosco, siempre vivo en la Familia Salesiana
Hoy en día, la labor de Don Bosco sigue viva a través de los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora y los Salesianos Cooperadores, que continúan trabajando para ayudar a los jóvenes en todo el mundo. El Sistema Preventivo de Don Bosco sigue siendo una herramienta poderosa para ayudar a los jóvenes a superar los desafíos y problemas de la vida y a convertirse en adultos responsables y comprometidos.
San Juan Bosco y su obra han tenido un impacto duradero en todo el mundo. Los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora y los Salesianos Cooperadores continúan trabajando en más de 130 países, brindando educación, atención médica y formación profesional a millones de jóvenes cada año.
El Sistema Preventivo de Don Bosco sigue siendo una herramienta esencial para abordar los desafíos que enfrentan los jóvenes en todo el mundo. La educación práctica y relevante, combinada con un ambiente seguro y amoroso, sigue siendo una forma eficaz de ayudar a los jóvenes a superar los obstáculos y convertirse en adultos responsables y comprometidos.
Además, la labor social y educativa de Don Bosco ha sido reconocida por numerosos organismos internacionales, incluyendo la UNESCO, que ha destacado la importancia de su trabajo en la promoción de la educación y el desarrollo de los jóvenes.